Se estaba acabando la década de los años 70, y Porsche se encontraba en pleno desarrollo de un sucesor para su exitoso 924. Aunque ese Porsche 944 siquiera se habría presentado, en 1979 los de Zuffenhausen lanzaron un globo sonda en forma de prototipo, presentado en el Salón de Frankfurt. Un look más masculino y más agresivo, que acabaría siendo el segundo deportivo transaxle de Porsche. Como fin de fiesta, decidieron aplicar algunas de estas evoluciones estéticas a un esquivo y desconocido Porsche de competición…
Se llamaba Porsche 924 Carrera GTR, y sólo 17 unidades fueron puestas a disposición del público en 1981. Realmente era una evolución de los Porsche 924 Carrera GTS, a su vez herederos de una versión GT que nacía en 1980 con el objetivo de arrasar en su categoría de las 24 Horas de Le Mans, el Grupo 4. Aunque seguían siendo un Porsche 924 a nivel de chasis, Porsche aplicó en su desarrollo toda su experiencia en competición, y todo su know-how que les llevó a lo más alto de las carreras de resistencia en la anterior década.
Su carrocería era mucho más dramática. Sus ópticas no eran escamotables, sino que tenían una cubierta de plexiglás protegiendo sus ópticas fijas. En el capó se instalaron entradas de aire más grandes y los pasos de rueda han sido ensanchados, antes de que algunos preparadores los pusieran de moda. Nada es simplemente estética en el Porsche 924 Carrera GTR, la función sigue la forma. El frontal necesitaba tomas de aire para alimentar su enorme intercooler, y del Porsche 935 “Moby Dick” heredó tanto las llantas como su enorme equipo de frenado.
Discos de freno de 310 mm de diámetro en ambos ejes, una notable evolución aerodinámica, una suspensión completamente ajustables y una jaula antivuelco completa. El interior fue desprovisto de todo equipamiento estrictamente indispensable, con el objetivo de mantener el peso a raya. El resultado fue un peso de sólamente 930 kilogramos, que sería movido por un propulsor 2.0 turbo realmente potente. El mismo cuatro cilindros del resto de la gama Porsche 924, “masajeado” hasta los 375 hp de potencia.
Este propulsor era una evolución del turbo de 210 CV de los 924 Carrera GT, pero entre otras modificaciones posee un turbo de mayores de dimensiones, así como un sistema de lubricación por cárter seco. Aceleraba hasta los 96 km/h en sólo 4,7 segundos, y con la aerodinámica correctamente ajustada, era capaz de alcanzar unos mareantes 290 km/h. Este ejemplar en concreto fue construido en 1981, y sólo fue usado durante 109 km. Fue importado a Japón en 1981 por “Garage Italya”, y no fue vendido a un hombre de negocios hasta el año 1983.
Fue disfrutado en los trazados de Suzuka y Fuji, pero durante una distancia casi desdeñable – todos sus kilómetros fueron completamente documentados. Tras su breve periodo de libertad, lo encerró en un garage climatizado en su ático de Tokyo. El auto fuerigurosamente mantenido por especialistas japoneses de Porsche y su motor era arrancado cada poco tiempo, con el objetivo de permanecer en óptimo estado. Este Porsche 924 Carrera GTR se merece una nueva vida fuera de garajes climatizados y talleres pulcros.
Una vida de carreras y eventos de clásicos, fuera de su cárcel. Se espera que alcance en subasta un precio de venta de hasta 750.000 dólares. Casi nada.
Vía DiarioMotor