Durante casi tres años, Porsche trabajó en la restauración lo que se convertiría en el auto más antiguo de su colección, tan antiguo que ni siquiera se llamaba 911.
Cuando se fabricó este auto (número 57) en 1964, todavía era conocido como Porsche 901. Sin embargo, como Peugeot tenía un cero en sus denominaciones, Porsche tuvo que quitarlo y así llegó a llamarse como todos lo conocemos ahora.
Este Porsche fue encontrado en una granja abandonado y la marca decidió que tenía que restaurarlo por lo que significaba a nivel histórico.
La marca anunció que exhibirá el modelo restaurado del 14 de diciembre al 8 de abril, en una exposición que llevará como nombre “911 (901 N°57) Despega una leyenda”.