Audi presentó el modelo que viene a convertirse en la referencia de su gama SUV, el nuevo Q8.
Con sus 4,99 metros de longitud, el Audi Q8 es más corto que el Q7, al que sin embargo supera en anchura por 27 milímetros, hasta acercarse a los dos metros.
Desde una vista frontal, el Q8 destaca por el formato octogonal y con barras verticales añadidas a la parrilla típica de Audi, un elemento de diseño que se irá incorporando posteriormente al resto de componentes de la familia “Q”. En el lateral se encuentran detalles inspirados en el Audi quattro original, un vehículo que revolucionó el mundo de los rallies en la época de los años 80. El pilar trasero, el spoiler del techo, y sobre todo, unas aletas con la parte superior plana son algunos de los elementos inspirados en aquel deportivo legendario.
Todo en el móvil
Como opción se puede solicitar la llave Audi connect key que, a través del móvil, no solo permite el acceso digital al auto sino controlar varias funciones del mismo. También se pueden almacenar unos 400 parámetros de configuración personal en el perfil de usuario, que quedan vinculados al teléfono. Así, cuando se conduzca otro Audi de esta generación, es decir, que tenga las mismas funciones avanzadas, el vehículo reconocerá inmediatamente el perfil al conectarse el móvil y ajustará esos parámetros configurados previamente con sus gustos.
Igual que el Audi A8, el Q8 pretende hacer más fácil y segura la vida a bordo con todo tipo de ayudas, que incluyen hasta una avanzada función de conducción autónoma que, aunque exige no desentender la carretera, descarga en el auto la tarea de manejar los pedales, la dirección y mantener el ritmo de la circulación en situaciones de tráfico intenso. En total se ofrecen 39 sistemas de asistencia que se agrupan en cuatro paquetes diferentes.
El equipamiento de serie cuenta con un potente procesador de alta tecnología, conocido como zFAS, que monitorea el entorno del vehículo y hace los cálculos necesarios para que todos los sistemas trabajen de manera coordinada. Para ello utiliza cinco sensores de radar, cinco cámaras, doce sensores de ultrasonidos y un escáner láser.
Un simple ejemplo de lo que hace el Q8 por facilitar las cosas se encuentra en la función de asistente de bordes para proteger las llantas. La pantalla superior de la consola central ofrece diferentes perspectivas del auto en tres dimensiones y, mediante gestos con los dedos, se puede seleccionar la vista que nos interese, agrandar una zona o focalizar la imagen en un punto crítico, en este caso el espacio entre el bordillo y la rueda.
El estacionamiento remoto con el móvil desde fuera del vehículo, la ayuda para maniobrar con un remolque, el asistente de visión nocturna o el de eficiencia, que analiza la ruta a seguir y aconseja el tipo de conducción a realizar para sacar el mejor partido, son otros de los muchos sistemas que incorpora el nuevo Audi.
Deportividad y confort
En el apartado dinámico el Q8 se puede solicitar con tres tipos de suspensiones. La de serie lleva muelles y amortiguadores con regulación de dureza. Existe también otra suspensión neumática con control de amortiguación, que permite ajustes más confortables o deportivos, además de variar la altura de la carrocería hasta 90 milímetros.
La tercera alternativa incorpora el eje trasero direccional. Con él, hasta velocidades de 60 km/h, las ruedas posteriores giran en sentido contrario a las delanteras para ayudar en maniobras o en curvas cerradas y, cuando se pasa de esa velocidad, las ruedas traseras siguen el sentido de giro de las delanteras y aportan mayor estabilidad.
La tracción quattro lleva un diferencial central mecánico que reparte la potencia entre ambos ejes. En situaciones normales, el 40% de la fuerza se envía al tren delantero y el 60% restante al trasero. Y, de los siete modos de conducción que permite seleccionar el Audi drive select, uno es de todoterreno con varias funciones específicas para cuando se circula fuera del asfalto.
El Audi Q8, tendrá inicialmente un único motor de tres litros turbodiesel, con una potencia de 286 caballos y un par máximo de 600 Nm. Va unido a una caja de cambios Tiptronic de ocho marchas.
La propulsión se complementa con una tecnología de hibridación ligera, lo que se conoce como mild hybrid, que incorpora un sistema eléctrico de 48 voltios y una batería de iones de litio bajo el maletero, con una capacidad de 10 amperios a la hora, que se recarga en las frenadas.
Más adelante, a lo largo de 2019, se unirán a la gama otro motor diesel similar, pero con 231 caballos, y un propulsor 3.0 TFSI de gasolina con 340 caballos.
El Audi Q8 comparte plataforma con los grandes SUV del Grupo Volkswagen: su hermano el Q7, el Porsche Cayenne, el Lamborghini Urus y el Volkswagen Touareg.