En Red Bull están encantados con Verstappen

image16x9-img-1536-high

Cuando Red Bull le comunicó a Max Verstappen que su asiento en clase Business de regreso a casa desde el Gran Premio de Canadá había sido vendido dos veces por la compañía aérea, y que el único sitio libre que quedaba era en turista junto a los baños, el holandés hubiera podido montar un escándalo.

Pero si hay una cosa que el equipo ha aprendido desde la llegada del holandés, convirtiéndose en una superestrella de la Fórmula 1, es que su nuevo estatus no se le ha subido a la cabeza.

Así que en lugar de quejarse por lo sucedido, Verstappen se encogió de hombros y asumió que hay cosas mucho más importantes en la vida como para enfadarse. Y siguió adelante.
Aliado de su velocidad en la pista, es la actitud que tiene fuera de ella, y el entusiasmo que caracteriza a Verstappen lo que le ha generado grandes simpatías en Red Bull, además de la confianza que el equipo tienen tanto en él como en Daniel Ricciardo, seguros de que no van a autodestruirse si se encuentran en la lucha por el campeonato del mundo de 2017.

El director de Red Bull, Christian Horner, dijo a Motorsport.com: “Max es muy, muy bueno, y está entusiasmado con todo lo que le está pasando. Es como un cachorro de labrador que sólo quiere estar en todo”.

“Ya sea formar parte de la historia de este deporte, o ya sea ver que está pasando en las fórmulas junior o en el karting, le encanta su carrera. Se siente un privilegiado por ser piloto de Fórmula 1”.

“Hubo un caso el pasado año en el que los vuelos desde Montreal terminaron con los asientos revendidos, y no había sitio en primera clase disponible. Así que terminó teniendo que sentarse en turista, junto a los baños”, desvela Horner.

“Con cualquier otro hubiera sido un problema gordo, pero (con Max) no fue ningún problema en absoluto. Respondió: ‘No hay problema, si eso es lo que está disponible, me sentaré ahí’. Y creo que es lo que le hace tan refrescante. Simplemente está entusiasmado por ser piloto de Fórmula 1 y hacer lo que hace”.

Tensión en la pista

Por supuesto, sugerir que Verstappen es tan fácil de tratar siempre sería un error, porque cuando cierra la visera de su casco, su determinación y espíritu de lucha salen a relucir.
Y hubo momento en 2016 en los que las cosas se pusieron difíciles. Como en el Gran Premio de Hungría, cuando en un acuerdo pre-carrera, se decidió que el piloto de Red Bull que estuviera detrás, bajaría el ritmo para ayudar al compañero, y le tocó a él.

Sin embargo, Verstappen se quedó cerca de su compañero Ricciardo y lanzó ese ya famoso mensaje por radio asegurando que no podía ir ya más despacio, porque estaba conduciendo como su “abuela”.

El incidente causó tensión en el momento, pero en general Horner piensa que Verstappen y Ricciardo aprendieron durante la temporada pasada como deben comportarse uno con otro.

“No tuvo importancia”, dijo Horner respecto a lo de Hungría. “Quiero decir que trabajan muy bien juntos. Si te fijas, en Hockenheim cambiamos a los pilotos de posición. Todo el mundo dijo que Max no era un jugador de equipo y ese día quedó demostrado claramente que sí lo es”.

“Y, por su puesto, no hay que olvidar que le devolvió el favor en México. Tal y como han corrido con libertad este año, ya sea la primera vez en Hockenheim o en muchos otros circuitos en los que hemos estado, han sido siempre limpios y justos”.

“Es por eso que me sentí muy cómodo al permitir que los dos corrieran libremente en Malasia, incluso cuando se nos presentó la oportunidad de conseguir la victoria tras el problema de Lewis (Hamilton) con su motor. En ningún momento ha existido ninguna preocupación a cerca de cómo compiten entre sí”.

La cuestión más importante para Red Bull es tratar los tiempos de los factores externos, como la llamada de estrategia en Barcelona, o el error en la parada de Mónaco, casos en los que se perjudicó a un piloto más que al otro.

“Sabes, estas cosas pasan”, agregó Horner. “Para mi Barcelona fue muy sencillo, porque la estrategia era muy sencilla y al final podía salir bien o ir en contra. Ya sabes, en Mónaco sí sufrí mucho más, perjudicó al equipo tanto como a Daniel”.

“Fue evidente, pero respondió muy positivamente a lo sucedido. Rápidamente después de lo que pasó, no afectó su temporada en absoluto, diría. Se lo sacudió de encima, siguió adelante y simplemente pilotó unas fantásticas carreras a continuación”.

A juzgar por la mezcla de asientos en el avión del pasado año, Red Bull no debería estar demasiado preocupado por tener problemas en su garaje.

Por: Motorsport

Salir de la versión móvil