Este fin de semana se disputa el GP de México, una carrera que puede ser decisiva para el Campeonato del Mundo. Nico Rosberg y Lewis Hamilton llegan enfrascados en un duelo por el título, pero el alemán puede dejar sentenciada la pelea si se produce una carambola de resultados a favor.
Rosberg tiene 26 puntos de ventaja cuando quedan tres carreras para que termine el curso. A razón de 25 puntos por victoria, eso significa que quedan 75 guarismos en juego. Pero si el teutón gana en Ciudad de México y Hamilton no entra entre los diez primeros, la diferencia sería insalvable.
El germano mantiene la calma ante esta situación. Es consciente de que tiene una renta suficiente como para hacer tres segundas posiciones y aun así llevarse el Mundial a casa. No quiere sentir la presión y se muestra relajado a las vísperas de la que puede ser la carrera más importante de su vida.
“Soy consciente de eso, es un cálculo obvio que todo el mundo me está contando. Es genial, estoy contento de estar en la carrera por el título. Es genial. Ahora mismo no podría pedir nada más”.
“Para mí, mi actitud es bastante simple: ir a por la victoria y concentrarme en lo que puedo conseguir en cada fin de semana. Iré a México totalmente concentrado, así de simple”, comenta en declaraciones reproducidas por el portal estadounidense Motorsport.com.
No será la primera vez que Nico Rosberg llegue a un Gran Premio con la posibilidad de coronarse campeón del mundo de Fórmula 1. Sólo ha estado una vez en esta situación. Fue en Abu Dabi 2014. Hamilton se llevó aquel título tras una carrera en la que la fiabilidad mecánica condicionó en gran medida las opciones de su compañero. ¿Qué pasará en 2016?
Vía LaF1.es