Fernando Tornello nos brinda su análisis sobre el intercambio entre Max Verstappen y Daniil Kyvat, donde asegura que Red Bull lo hizo para evitar que el holandés sea contratado por otros equipos de punta de la Fórmula 1.
La noticia acaba de impactar en el ambiente de F1. Inesperadamente, Red Bull mueve a sus pilotos, sube a Verstappen al equipo mayor y baja a Kvyat a Toro Rosso.
A primera vista parece un castigo duro para el ruso, que venía de lograr un podio en China y se equivocó feo en Sochi. Pero ¿Cuál es el motivo real de esta jugada que desprestigia a uno de sus pilotos?
Estoy convencido de que Red Bull esperaba una excusa para tratar de salvaguardar a la gran estrella del futuro, que tiene destino de campeón y ‘pasta’ de piloto de los que hacen historia en F1.
El contrato de Verstappen concluye a fines de 2017, los equipos grandes lo tienen en primera fila entre quienes desean contratar y Red Bull trata, con esta movida, de darle horas de vuelo en la escudería con mayores pretensiones y, con ello, buscar la oportunidad de firmarle pronto un contrato por muchos años más, bloqueando la posibilidad de que Max se vaya a Ferrari o Mercedes.
En este juego, Red Bull utiliza a Kvyat como material descartable, pero el crecimiento de Verstappen y su contrato corto les quita el sueño. Todo debe haber sido planificado para eliminar la chance de verlo al joven holandés vestido de rojo o plata en 2018.
El Dr. Marko siempre hizo jugadas rápidas y sorprendentes. Un día decidió que Alguersuari y Buemi habían tenido chances suficientes y no mostraron lo que esperaban de ellos. Los reemplazó por Ricciardo y Vergne. Pronto trajo a Kvyat y sacó al francés, que hoy es piloto de reserva en Ferrari. El ruso tardó en encontrar su nivel, fue mejorando y subió a Red Bull cuando Vettel se fue a Maranello, pero los altibajos de este año lo colocaron en la mira.
Podrán decir todo lo que quieran de Marko y Red Bull pero ellos jamás se perdonarían perder a una superestrella joven como Verstappen, aún a costa de ‘quemar’ a Kvyat. Son decisiones fuertes, criticables desde un punto de vista, aunque el propio dueño de la marca, Dietrich Mateschitz, no se queda atrás si se trata de polémicas. Tras el cambio de reglamento en los motores dijo que su equipo se retiraría de la F1, disconforme con esas decisiones. Hace pocas horas, Mateschitz se enteró de que el personal de un canal de TV de su propiedad estaba intentando agremiarse para defender sus derechos y lo cerró inmediatamente, dejando a más de doscientas personas sin trabajo, aunque luego reconsideró su decisión, afortunadamente. Un golpe tras otro. Así funcionan.
Vía MotorSport