El patrón de los grandes premios admite que podría verse apartado de su responsabilidad si el escandalo del presunto soborno por la compra de los derechos sigue adelante
Gerhard Gribkowsky alegó haber sido sobornado por Bernie Ecclestone en 2006 durante el proceso de venta de los derechos comerciales de la Fórmula 1 a sus actuales propietarios, CVC Capital Partners. El patrón de la Fórmula 1 se defiende señalando que el banquero alemán (ahora encarcelado) le extorsionó, por lo que finalmente accedió a pagarle 45 millones de euros por su mediación. Sea como fuere, el escándalo sigue en manos de la justicia de Alemania y ahora Ecclestone reconoce que no descarta verse obligado a dejar sus responsabilidades si finalmente se ve imputado en el caso. “Es probable que en CVC decidan prescindir de mí si los alemanes siguen adelante. Es evidente, estaría acorralado”, ha declarado en ‘The Sunday Telegraph’.
Lo cierto es que el fondo de capital riesgo propietario de los derechos de la Fórmula 1 ha comenzado a plantearse la sucesión del británico, algo que el propio Ecclestone considera razonable: “En CVC han contratado a un cazador de talentos para encontrar a alguien por si yo no estuviera aquí, por si me muriera o algo parecido. Es lo que deben de hacer para mantener a sus accionistas contentos”.
La corriente de opinión que apunta a que la salida de Ecclestone pueda ser inminente ha cobrado fuerza en los últimos meses, con declaraciones de responsables de equipos o marcas que así lo han dejado entrever. El último de ellos, el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, que señaló que “Bernie será el primero en apartarse si fuera necesario para los intereses de la Fórmula 1”.