Los dos campeones de Fórmula 1 y rallies, junto a su patrocinador común, Red Bull, están intentando montar un equipo para competir con un Peugeot 908…
Son dos tipos que están de vuelta de todo. Su palmarés les permite hacer y deshacer a su antojo. Uno, campeón de Fórmula 1 con Ferrari, ahora reconvertido a piloto de rallies. El otro, siete veces campeón del mundo en los tramos, aunque también siente pasión por los circuitos. Ambos corren con Citroen, una marca del Grupo PSA, que también compite en las 24 Horas de Le Mans con Peugeot. Los dos equipos están dirigidos por el mismo responsable, Olivier Quesnel, y las figuras comparten patrocinador, Red Bull. Atando cabos, aparece la posibilidad de que Kimi Raikkonen y Sebastien Loeb puedan competir juntos en la legendaria prueba de resistencia.
Pero no es ciencia ficción. Desde la firma de bebidas energéticas están negociando para que ese sueño se convierta en realidad. Este año el calendario de los rallies no coincide con la mítica prueba organizada por el LAutomobile Club de lOuest, que se disputa el 11 y 12 de junio. Salvado, pues, el primer obstáculo. Ahora sólo queda conseguir la bendición de Peugeot, ya que los dos pilotos están encantados con la idea.
De hecho, Loeb ya compitió en dos ocasiones en la prueba, consiguiendo un magnífico segundo puesto en la edición de 2006, y ha participado en diversos test de Peugeot con el 908, marcando tiempos asombrosos. Kimi nunca ha probado suerte allí, pero cualquier piloto sueña con estar en Le Mans, y sobre todo él, que es un valiente como ha demostrado saliendo del limbo de la Fórmula 1, donde era un icono respetado por todos, para bajar al fango de los rallies, donde ha pasado a ser un segundón, y sólo pudo ser décimo el pasado año, con un quinto en Turquía como mejor resultado y un único tramo ganado, una superespecial urbana en el Rally de Alemania.
La cuadratura del círculo podría llegar si el tercer hombre de este equipo fuera Marc Gené, ex compañero de Kimi en Ferrari, con el que entabló cierta amistad a pesar de la frialdad de Iceman. El catalán es uno de los baluartes más respetados de la amplia nómina de Peugeot, ya que con él se logró la victoria en Le Mans en 2009. Y no es una hipótesis, sino una realidad que se está tejiendo entre bastidores.