Kikos Fonseca se encuentra en su casa recuperándose de sus múltiples golpes en su casa y recuerda los momentos angustiantes de su accidente de ayer
Kikos Fonseca vivió ayer el peor accidente de su extensa carrera deportiva; fueron momentos angustiantes que mantuvieron en vilo a las personas en el autódromo y fuera de él también.
Hoy, luego de ser atendido en el hospital en donde se determinó que no sufrió ninguna lesión importante en su cabeza o su cuerpo, Kikos se encuentra en su casa recuperándose de los golpes y agradeciendo a Dios porque no sucedió nada grave.
“Aquí estoy todo magullado en todo el cuerpo pero contento porque estoy bien de salud. Por mucho, ha sido el accidente más fuerte que he tenido en tantos años de carrera y fue definitivamente un milagro, desde ayer he estado rezando y agradeciéndole a Dios porque no me pasó nada grave”, dijo Kikos.
Fonseca recuerda todo del accidente desde el momento en que pisó el frenó y el disco se rompió, hasta cuando iba en el aire antes del primer impacto.
“Lo peor fue que todo sucedió en el punto más rápido del circuito, justo cuando tenía que frenar sonó un golpe y el disco se partió y la velocidad no se disminuyó en nada. Tuve tiempo de pensar en si iba a golpear de frente o de lado, pensé que talvez la trampa me detendría un poco si pegaba de lado y eso fue lo que intenté hacer”, agregó.
Y continúa con el relato. “Me acuerdo de todo pero una vez que el carro cae tuve un lapsus de unos cinco minutos, recuerdo que mi mecánico Luis Robert llegó pero no recuerdo que me dijo, después en la Cruz Roja cuando iba para el hospital iba hablando con Andrés de todo lo que había pasado”.
Contrario a lo que algunos especulan sobre un problema en el cinturón de seguridad, Kikos es claro que él iba bien sujeto e ese dispositivo y muestra de ello son las marcas en su cuerpo.
“Iba totalmente amarrado, en los hombros tengo moretones que evidencian que el cinturón impidió que me moviera, tengo marcado los cinturones en todo lado”.
