El FBI determinó que la soga encontrada en el garaje de Darrell ‘Bubba’ Wallace, único piloto afroamericano de la serie NASCAR, en el circuito de Alabama, había estado en ese lugar desde finales de 2019, por lo que no presentará cargos contra nadie.
“El FBI ha completado su investigación en el circuito Superspeedway de Talladega (Alabama) y determinó que Bubba Wallace no fue el objetivo de un crimen de odio”, dijo la serie NASCAR en un comunicado.
“El informe del FBI concluye, y las pruebas fotográficas lo confirman, que la cuerda de la puerta del garaje a modo de soga ha estado colocada allí desde el pasado otoño”, dijo la NASCAR.
El pasado domingo, la NASCAR había denunciado que se encontró una soga anudada en forma de horca en el garaje de Wallace en las horas previas a la prueba GEICO 500 en Alabama, lo que motivó la investigación del FBI.
El hallazgo estremeció al mundo deportivo estadounidense y generó numerosas muestras de solidaridad con el piloto, que en las últimas semanas fue una de las caras más visibles del apoyo del deporte a las protestas nacionales contra el racismo, surgidas a raíz del crimen del afroamericano George Floyd a manos de un policía de Minneapolis.
Quince agentes del FBI participaron desde el lunes en las pesquisas realizando numerosas entrevistas y revisando pruebas documentales, dijeron este martes en un comunicado conjunto el agente especial a cargo de la investigación, Johnnie Sharp, y el fiscal general para el Distrito Norte de Alabama, Jay E. Town.
“Aunque ahora se sabe que la soga estuvo en el garaje número 4 ya desde octubre de 2019, nadie podía saber que el Sr. Wallace sería asignado al garaje número 4 la semana pasada”, señaló el texto.
En una entrevista posterior con CNN, Wallace explicó que fueron los responsables de la NASCAR quienes le comunicaron el hallazgo y pidieron la investigación.
El piloto dijo que nunca en su carrera se había encontrado con una soga que tuviera la forma de una horca, lo que recordaba a pasados linchamientos de personas negras en Estados Unidos.
“La imagen que he visto de lo que estaba colgando en mi garaje no era un tirón (de la puerta) del garaje”, dijo. “No estaba dirigida a mí, pero alguien ató una soga”.
Un apoyo “increíble”
Además de manifestarse contra el crimen de Floyd, Wallace fue también en los últimos días una figura clave para convencer a la NASCAR de que prohibiera la bandera confederada en sus circuitos e instalaciones, al ser asociada por muchos con el racismo y la esclavitud en Estados Unidos.
La carrera de Alabama, que permitía el acceso a cinco mil espectadores, era el primer gran desafío para la prohibición de la bandera confederada, que hasta ahora ha sido un elemento habitual en los circuitos de la NASCAR particularmente en el sur del país.
El domingo, antes de que se suspendiera la carrera por el mal clima, la bandera fue ostentada por algunas personas fuera del circuito.
Tras denunciarse la aparición de la soga, el inicio de la carrera el lunes se convirtió en una muestra masiva de respaldo de los pilotos a Wallace, visiblemente conmovido.
El piloto fue arropado por sus rivales que escoltaron su auto hacia la línea de salida y posteriormente le abrazaron.
Numerosos deportistas manifestaron también su apoyo a Wallace, incluidos el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton y la superestrella de la NBA LeBron James.
“Siento que hubo mucho apoyo”, dijo Wallace a CNN. “Hemos visto a todo el mundo unirse el lunes, fue una de las cosas más increíbles de las que he podido formar parte. No digo que yo quisiera eso, pero los pilotos querían hacerlo”.
Sin embargo, Wallace mostró su molestia por algunos comentarios en las redes sociales que sugerían que de alguna manera había fabricado el incidente.
“Estoy cabreado porque la gente está tratando de probar mi carácter y la persona que soy, mi integridad”, dijo el piloto.
Por: AFP