Podríamos decir que este Gran Premio de Cataluña ha estado lleno de sorpresas, pero, si analizamos fríamente la situación, vemos que no ha sido para tanto. De hecho, si remontamos la vista a hace una semana, las cosas no han cambiado tanto… Menos para el líder del mundial.
Pero a las dos de la tarde, cuando se apagaba el semáforo, todo parecía que iba a ser diferente. Jorge Lorenzo comenzaba liderando una carrera que ya empezaba con susto; en la salida, Danilo Petrucci se encontraba a Marc Márquez en la trayectoria -al italiano se le cruzaba la moto- y casi chocaban.
Lorenzo lideraba las primeras vueltas del GP de Cataluña con tranquilidad y mano firme. Tras él marchaban los dos pilotos del Repsol Honda y su compañero, Andrea Dovizioso. En los primeros giros, prometía ser un día grande para ambos equipos.
Peor iban las cosas en el Movistar Yamaha, con Valentino Rossi decimotercero y Maverick Viñales decimoquinto en las primeras vueltas. El italiano iba remontando, pero no era suficiente todo su esfuerzo para conseguir acercarse al grupo líder.
Delante, Lorenzo, Márquez, Dovizioso y Jonas Folguer -con su Yamaha no oficial-, peleaban por el liderato. Les alcanzaba al poco Petrucci, que se veía con posibilidades de podium tras el conseguido la semana pasada en Mugello. Si las dos Honda oficiales no ponían coto, parecía que los tres primeros cajones del GP de Cataluña iba a estar copado por Ducati.
Pero a falta de 20 vueltas Márquez decidía enfrentarse a Lorenzo y su moto italiana. El actual campeón de MotoGP sentía el empuje de la afición desde las grasas y se venía arriba. El de Repsol se ponía líder y tras él adelantaban a Lorenzo los demás; de repente, el mallorquín era quinto y volvía a ver cómo se repetía la historia de Mugello.
Pero el poleman, Pedrosa, no quería dejar escapar la oportunidad de ganar a su compañero de equipo. Comenzaba entonces una pelea entre los tres pilotos oficiales en la que nadie cedía un ápice. Dos españoles en el circuito que más cerca tienen de sus casas junto con un italiano que venía de ganar en Italia hacía siete días… Todo podía pasar.
La pesadilla empeoraba por detrás para Lorenzo. El que hubiera sido líder veía como su sexta posición peligraba, pues a falta de diecisiete vueltas, Álvaro Bautista, Johann Zarco y Valentino Rossi le daban caza. Solo unos giros tardaban los dos primeros en pasar al piloto oficial de Ducati, que quedaba relegado a la octava posición; el italiano quedaba a rueda de Lorenzo, expectante de lo que pudiera suceder.
Y es que la polémica con Michelin, al menos en el caso de Yamaha, está justificada. Tanto Rossi como Viñales han sufrido las altas temperaturas del trazado catalán, algo que se ha hecho más evidente que daba problemas según avanzaba la carrera. A falta de diez vueltas, la moto de Il Dottore era imposible de seguir a la de Lorenzo, cuando el mallorquín tampoco estaba viviendo su mejor día.
Delante, un crecido Dovizioso tomaba el mando, seguido de Pedrosa y Márquez; era la cara y la cruz de Ducati, que veía como su piloto (teóricamente) número uno sufría mientras que el dos lideraba, otra vez, una carrera. Ante el paso adelante del italiano, los dos pilotos oficiales del Repsol Honda quedaban relegados a luchar por el segundo cajón del podium.
A falta de cinco vueltas, en el box de Ducati se respiraba la tensión. Y un (casi) milagro llamado Jorge Lorenzo les devolvía la respiración ya que, de repente, adelantaba a Folger y Petrucci -se había deshecho con anterioridad de Bautista y Zarco- para conseguir, al menos, un meritorio cuarto puesto.
Así, con Dovizioso primero y Lorenzo cuarto, las dos Ducati han “chafado” a las Honda de Márquez y Pedrosa, que han finalizado segundo y tercero respectivamente. Quinto ha sido Folguer, seguido de Zarco y Bautista, que han entrado precediendo a un Rossi abatido por ser octavo. Noveno ha sido Barberá y décimo, Viñales.
Mañana habrá sesiones de test durante todo el día en el circuito catalán. Nadie duda de que el Movistar Yamaha tendrá mucho que hacer y en lo que trabajar. Además, con esta segunda victoria seguida de Dovizioso, el italiano se acerca aún más al liderato; un puesto, por ahora, todavía ostenta Viñales.